
LA CLAVE: UN PROTOCOLO DE COORDINACIÓN PARA LAS DEA
Es evidente el papel tan importante que desempeñan las Consejerías de Educación y Sanidad en la elaboración de un protocolo de coordinación para actuar de forma conjunta ante las dificultades específicas de aprendizaje (DEA).
El ejemplo lo han dado las Consejerías de Sanidad y Educación, Ciencia e Investigación en la Comunidad de Murcia, cuyos Consejeros han presentado hace unos días, junto al Presidente de la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (FEAADAH), el Protocolo de coordinación de actuaciones educativas y sanitarias para la detección y el diagnóstico del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Es evidente que con la alta comorbilidad (la alta frecuencia con la que aparecen este tipo de dificultades de forma conjunta) entre las DEA, además de aparecer también frecuentemente con el TDA con o sin hiperactividad, los servicios educativos y/o sanitarios son los primeros a los que cualquier padre o madre acude con un niño/a con alguna DEA.
No nos engañemos, las dificultades específicas de aprendizaje no son ninguna patología, eso ya está más que comprobado a pesar de estar recogido en el DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la American Psychatric Association, Asociación Americana de Psiquiatría) como “trastornos”. Pero sí lo son las consecuencias: la depresión, las conductas disruptivas con o sin agresividad, las cefaleas, las náuseas, la ansiedad y la angustia y el rechazo al entorno educativo.
¿Quién de nosotros, padres y madres de algún/a niño/a con DEA, no ha empezado yendo al pediatra por este tipo de “trastornos”? Y, ¿no habéis pasado por la consulta del oftalmólogo, otorrinolaringólogo y/o neurólogo para que al final (¡afortunadamente!) nos corroboraran que se trataba de un/a niño/a completamente sano?
Algunos hemos tardado años hasta saber cuál era la razón de sus “enfermedades”, y nos hemos tenido que dejar no solamente la piel sino que también hemos tenido que desembolsar importantes sumas de dinero en profesionales privados, porque este tipo de “servicios” no los cubren los organismos educativos ni sanitarios.
Es por ello, por lo que en nuestra I Jornada de Dislexia en Canarias tuvimos una interesante intervención por Mª Ángeles Gil, Diplomada Universitaria en Enfermería, quién expuso claramente de qué forma tan sencilla, los servicios de Atención Primaria podían en las revisiones del Niño Sano colaborar para que pueda tener lugar una detección precoz de alguna posible DEA.
Entre los asistentes hubo una persona, profesional de este tema de las DEA, quien nos comentó su extrañeza por la participación de un “médico” y una “enfermera” en estas Jornadas sobre la dislexia. Afortunadamente nuestra Vicepresidenta le sacó de dudas rápidamente, haciéndole ver que era obvio que no era padre de un/a niño/a con alguna DEA, por lo que no hizo falta mayor explicación para que entendiera.
Por un lado es una realidad que pocos son los/as niños/as que reciben una atención adecuada que requiere su DEA en sus centros educativos, por varias razones, y por otro, comparando la incidencia tan significativa de las DEA en nuestra sociedad, es mínima la cantidad de niños/as que son derivados por sus pediatras a los profesionales adecuados para llegar a una detección (tanto tardía como temprana) de su dificultad.
Precisamente las Consejerías de Educación y Sanidad son los organismos competentes que deben establecer las bases de estos protocolos, en los que la actuación interdisciplinaria de profesionales del ámbito educativo y sanitario es imprescindible, además de contar con la colaboración de las Asociaciones de las DEA por el valor que su experiencia aportaría.
Nos gustaría seguir el precedente que supone el protocolo de la Comunidad de Murcia para ofrecer y garantizar en un futuro no muy lejano la atención en el ámbito educativo y/o sanitario a todo/a niño/a con dislexia y/o otra dificultad específica de aprendizaje. Y que sean las Consejerías las que incluyan este tipo de servicios entre sus partidas presupuestarias, y quienes pongan a disposición del ciudadano estos servicios tan esenciales para crear una sociedad llena de jóvenes sanos y saludables, además de ofrecerles una preparación académica que les permita en el futuro desenvolverse en igualdad de oportunidades.